El nuevo informe global de la compañía dio a conocer que un 33% de los consumidores eligen comprar marcas que tienen un propósito social o ambiental.
Unilever, empresa líder de consumo masivo, llevó a cabo un estudio que revela que el 33% de los consumidores eligen marcas en base a su impacto social y ambiental, además de indicar que hay una oportunidad de €966 mil millones para las marcas que apuesten por la sustentabilidad.
La muestra alcanza a 20.000 adultos de Brasil, la India, Turquía, Estados Unidos y el Reino Unido y estudia cómo la sustentabilidad impacta en sus decisiones de compra, brindando una noción más precisa de qué compran y por qué lo hacen.
Los resultados confirman el interés de los consumidores por aquellas marcas que tienen un impacto social y medioambiental positivo: el 21% de los encuestados afirmaron que elegirían las marcas que presenten de forma más clara su compromiso sustentable en sus envases y en sus campañas, lo que representa una oportunidad potencial de €966 mil millones de un mercado total de €2.5 billones de bienes sustentables.
Además el estudio brinda una oportunidad sin precedentes para las empresas que apuestan por la sustentabilidad. En el caso de Unilever, se refleja en su desempeño financiero. Algunas de sus marcas que integraron la sustentabilidad en su propósito y sus productos, como Dove, Knorr y Ben & Jerry’s, lograron casi la mitad del crecimiento global de la compañía en 2015 y crecen un 30% más rápido que el resto del negocio.
El estudio también revela que la tendencia de las compras responsables es especialmente mayor entre los consumidores en las economías emergentes que en los mercados desarrollados. El 53% de los compradores en el Reino Unido y el 78% en los Estados Unidos dicen que se sienten mejor cuando compran productos que son producidos de forma sustentable. Esta cifra asciende a un 88% en la India y un 85% en Brasil y Turquía. Se identificaron dos posibles razones que explican este comportamiento. En primer lugar, a causa de la exposición directa a los efectos negativos de las prácticas no sustentables, como la escasez de agua y energía, la pobreza alimentaria y la mala calidad del aire y, en segundo lugar, por las normas sociales. Mientras que los brasileños, indios y turcos sienten la presión social de familiares, amigos e incluso de sus hijos a comprar más productos ecológicos y socialmente responsables, esta sensación es menos frecuente en el Reino Unido y en los Estados Unidos.