El Segundo domingo de mayo se conmemora el día de la madre en algunos países de Latinoamérica. Reflexionando sobre mi experiencia en mi rol de madre, profesional y mujer recapacito sobre todo el abanico de actividades que desarrollamos las mujeres y sobre como lidiamos con nuestras diferentes responsabilidades, yo he logrado equilibrar todos estos roles para sentirme tranquila.
Determinadas actividades no las podría desarrollar sino contará con toda una red de ayuda, que en mi caso son mis familiares y amigos. Cuando salgo de viaje, confío en las personas que me ayudan y eso me da tranquilidad para seguir desarrollándome como profesional.
Trabajo en una empresa enfocada en la tecnología, Citrix, que tiene una cultura de trabajo que fomenta la flexibilidad y la movilidad empresarial, permite la implementación de tecnologías que soportan e impulsan trabajos móviles. Este ha sido un punto clave en mi vida profesional, que la empresa brinde las facilidades tecnológicas para que uno pueda realizar su trabajo desde cualquier lugar me ha permitido ser productiva y no dejar de lado mi profesión, ni descuidarme de mi rol de madre.
Siempre escucho comentar a algunas mamás que sacrificaron algunos años de trabajo por quedarse junto a sus hijos, especialmente los primeros años de vida. Pienso que hay mucho potencial profesional que las empresas no están aprovechando en estas madres que son profesionales y competentes.
Hoy en día muchos trabajos pueden desempañarse de forma remota y bien podría aprovecharse todo el potencial que tienen las madres profesionales de una mejor manera. Las organizaciones podrían ser más inclusivas en este tema y reemplazar los conceptos tradicionales de horarios de trabajo por un modelo de evaluación por objetivos. Ya no importa en qué lugar te encuentres, ni de que dispositivo dispongas para realizar tu trabajo, lo importante es que las empresas puedan tener la información disponible y segura para permitir a sus colaboradores ser proactivos, productivos y colaborativos.
Es cierto que hemos tenido un progreso en temas de igualdad de género y que hay un aumento significativo en la participación de la mujer en los mercados laborales que ha pasado del 40 % a comienzos de 1990 al actual 55 % este año, según datos del BID. No obstante, aún falta mucho por avanzar.
Para que la inclusión sea más efectiva y moderna con los tiempos en los que vivimos, las organizaciones deben tener un cambio cultural, un cambio de paradigmas, de formas de evaluar a sus empleados y de medir sus resultados. Y, de hecho, la tecnología es clave para poder brindar todas estas facilidades. Bajo mi experiencia, que las empresas implementen soluciones de movilidad empresarial les devuelve a las personas el control sobre sus vidas. Es la mezcla perfecta entre ser productivo y eficiente en nuestro trabajo y a la vez tener la vida personal que queremos. Para las mujeres significa poder desarrollarnos de forma tranquila en todos nuestros roles y poder equilibrarlos de la mejor manera posible.