Cacao-trace: la iniciativa de Puratos que beneficia a los agricultores de cacao

Hoy en día existen más de 5 millones de agricultores del fruto del cacao en el mundo y particularmente, en América Latina suman más de 150 mil, generando alrededor de 1 500 000 empleos directos en las etapas de producción, procesamiento y comercialización.

Muchos de los agricultores de cacao, también conocidos como cacaocultores, se enfrentan a múltiples desafíos como plagas, árboles enfermos y cambios climáticos. Además, muchos carecen de formación básica en técnicas agrícolas modernas. La combinación de estos problemas suele traducirse en precios más bajos, siendo excluidos de las ganancias debido a las cadenas de suministro. Esta disparidad es tan grave que el precio promedio de un kilo de chocolate vendida en un país de primer mundo resulta mayor que lo recibe un agricultor a la semana.

Puratos, comprometido con un futuro sostenible para el chocolate y la industria, lanzó en 2016 Cacao-Trace, el único programa de suministro sostenible de cacao que redefine el estándar para el chocolate, con el objetivo de desarrollar un proceso único para un mejor control de la cadena del cacao y beneficiar a todas las partes involucradas. Además, al comprar productos de chocolate Cacao-Trace, se beneficia directamente la economía de los cacaocultores. Por cada kilo de chocolate adquirido, Cacao-Trace paga un Bono de Chocolate de €0.10 que revierte en las comunidades cultivadoras del cacao.

El mercado sostenible del cacao en América Latina

Cacao-Trace dio sus primeros pasos en 2008 con la adquisición de 300 hectáreas de tierra cultivable en Ticul – ubicado en el estado de Yucatán, México – para la preservación de una de las variedades de cacao más antiguas, raras y finas del planeta, el cacao Criollo; especie particularmente difícil de cultivar y extremadamente vulnerable a una variedad de amenazas ambientales.

Con la plantación de más de 100.000 árboles, no sólo para producir un chocolate con propiedades de sabor único, sino también para preservar la ecología y la biodiversidad de la zona, proporcionando un refugio para una amplia gama de vida silvestre, el proyecto Ticul proporciona un entorno de trabajo seguro y estable para las comunidades locales, ofreciendo a los trabajadores la oportunidad de entrenarse en métodos postcosecha que les permitan preparar un buen cacao fermentado.

Además de la innovadora plantación de 300 hectáreas que crece y salvaguarda al cacao Criollo, el proyecto Ticul inauguró en 2011 el Eco Museo del Cacao donde turistas y locales pueden aprender sobre el cacao y la cultura Maya, impactando directa e indirectamente al empleo, promoviendo un entorno de trabajo seguro y garantizando un futuro sostenible para todos aquellos vinculados a la producción de cacao.

En 2016, Puratos lanzó el primer programa Cacao-Trace en el continente americano, abriendo un centro de postcosecha en Tabasco, corazón de la región del cacao en México, apoyando a más de 400 agricultores de cacao locales. Mismos que, tras recibir entrenamientos con los expertos locales de fermentación, aseguran una cosecha, recolección y fermentación de los granos de cacao de sabor superior.

Cacao-Trace tiene presencia en México, Costa de Marfil, Camerún, Uganda, Vietnam, Filipinas, Papúa Nueva Guinea y planea extenderse gradualmente a otros países de Asia Sudoriental, África Occidental y América Latina.

De esta manera, Puratos quiere compartir con el mundo que es posible tener productos de alta calidad que consientan a los consumidores y tengan un trasfondo benéfico para el planeta y comunidades agricultoras al recordar que son la base de todo, pero no sólo eso, sino apoyarlas para mejorar sus oportunidades.

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