Enterese.net.- Conseguir que nuestros hijos aprendan, en este contexto de COVID-19, se ha vuelto todo un desafío para los padres de familia que ya se encuentran atareados por las nuevas rutinas y cambios que se dieron durante esta etapa. Sin embargo, es importante que, en cualquier contexto, los chicos sigan aprendiendo y reforzando las habilidades de la responsabilidad y autonomía, ya que son fundamentales para la vida.
Por ello, ahora que los chicos se encuentran acompañados de su familia en casa, ¿cómo pueden hacer los padres para fomentar estas herramientas fundamentales para el futuro? Estos son algunos consejos que la especialista en docencia de Colegios Pamer, Cecilia Moreno, nos brinda:
No hacer comparaciones: Cuando hayan cometido algún error, no es bueno compararlos con los padres, con otras personas que fomen parte del hogar o con amigos. Es fundamental hacerles notar que los errores son parte de la vida y que dan lecciones para el futuro. Además, en esa línea es recomendable hacerles saber que, como personas, son únicos e importantes para la familia y quienes los rodean, fomentando también su autoestima.
No son niños: Esto hará que la figura de los padres que tenían antes cambie, ya que han dejado de verlos como seres perfectos. Más bien han comenzado a verlos como son en realidad, lo que puede ocasionar una pérdida de autoridad. En ese sentido, es importante que los padres intenten dar el ejemplo en temas de responsabilidad y autonomía el mayor tiempo posible. Este ejemplo en casa es fundamental para las etapas siguientes de su desarrollo personal.
¿Cómo te fue en el día?: Las preguntas acerca de las responsabildades de sus hijos, en el día o en el fin de semana, no deben estar dirigidas solamente al cumplimiento de tareas, como por ejemplo: “¿terminaste la tarea?”, “¿cuánto sacaste de nota?”, sino más bien “¿cómo te fue hoy?”, ¿cómo te sientes hoy?, lo que dará cabida a que ellos cuenten lo que están haciendo y sintiendo. En este punto es importante que los padres se involucren en las actividades o tareas de sus hijos, de tal forma que ofrezcan sugerencias o aportes que los chicos puedan incluir en sus deberes. Esto los impulsará a avanzar y seguir mejorando.
La importancia de la disciplina: Recalcarles que no se debe entender esta palabra como hacer caso en absolutamente todo; sino que significa proponerse algo e intentar hacerlo bien y mejor cada día. Es decir, una práctica que requiere constancia, organización, de iniciativa diaria, y que, si sale mal un día, vuelta a intentarlo nuevamente. Para ello, los padres podrán conversar con sus hijos y establecer rutinas o actividades que pueden seguir. Esto les permitirá aprender a organizarse en sus actividades diarias y fijarse metas a corto plazo, que pueden ser evaluadas cada fin de semana.
Apoyarlos siempre: Ya que los procesos de aprendizaje son distintos debido a la virtualidad, es fundamental que los padres mantengan la confianza en el desempeño de sus hijos, sin perder de vista la supervisión de sus actividades e involucrarse más en conocer acerca de los entornos virtuales que usan sus hijos e hijas. Asimismo, se puede valorar sus esfuerzos elogiando sus trabajos o recompensarlos, sin necesidad de que estos sean solo materiales.
Recuerde que cuando se produce el salto a la adolescencia, lo hijos van a necesitar menos protección que la que han recibido en su infancia. Este cambio exige por parte de padres y madres una actitud comprensiva y hay que intentar situarse con perspectiva desde el lugar de nuestro hijo o hija adolescente.