De la granja hasta tu mesa
- Para lograr que el protagonista de la cena navideña sea más idóneo y delicioso, debe permanecer congelado y sin variaciones a una temperatura de -18°C desde su recolección hasta antes del descongelamiento para su cocción.
Enterese.net.- Este año, más de 2.1 millones de pavos llenarán las tiendas y supermercados peruanos para convertirse en el plato de fondo de las celebraciones navideñas. Con la finalidad de que solo llegue lo mejor a tu mesa, los expertos de Ransa, operador logístico peruano líder en Latinoamérica, te presentan algunos pasos importantes a los que deberás prestar atención para asegurarte de que tu platillo tendrá la mejor calidad y sabor:
Del criadero al punto de venta
Los pavos deben ser congelados instantáneamente tan pronto culmine su proceso de desplumado y limpieza, bajo una temperatura de al menos -18 °C en todo momento durante su almacenamiento para evitar el crecimiento de microorganismos patógenos y la formación de cristales de hielo en sus músculos que comprometan la suavidad de la carne.
El animal tampoco debe perder esta temperatura camino al punto de venta, por lo que, durante el proceso de almacenamiento y traslado, incluso en el camión, es fundamental mantener la cadena de frío.
Del punto de venta a la cocina
Al elegir tu pavo, ten en cuenta que no existe una diferencia importante entre uno que fue congelado apropiadamente y uno fresco recién puesto a la venta. Lo que sí se debe considerar es que, para asegurar la preservación, es mejor si el empaque en el que viene está sellado al vacío.
Selecciona un pavo considerando que cada persona en tu mesa consumirá un aproximado de ½ kilogramo (incluye también el peso de los huesos) y añádele a la suma hasta 3 kilos extra si esperas que queda un excedente para comer pasadas las fiestas.
Los pavos con las pechugas más redondas son usualmente los más jugosos. También ten presente que los espacios muy planos en la carne pueden ser señal de que la temperatura del producto ha ido variando o que ha sido descongelado y vuelto a congelar. Los músculos de las aves más pequeñas suelen ser más suaves, por ello, si la cena es para muchas personas, considera comprar dos ejemplares pequeños en vez de uno enorme.
Por último, al salir de la tienda, no tardes en volver a casa y colocar el pavo en el freezer. Si tu rutina te obliga a detenerte demasiado antes de llegar a tu hogar, hoy en día existen servicios de Delivery que lo sacan del punto de venta y lo llevan a tu puerta en cuestión de minutos para conservar sus características e inocuidad.
De la cocina a la mesa
Cuando llegue la hora de preparar la cena, existen dos formas para descongelar al animal sin que se afecte su sabor:
- Traslada el ave del freezer a la parte baja de tu refrigeradora. La fórmula para calcular cuánto tiempo tardará en derretirse el hielo es contabilizando una anticipación de 24 horas por cada 2.25 kg del peso total del animal.
- Saca el pavo de la congeladora y sumérgelo en agua a temperatura ambiente. Para este método, calcula que debe permanecer hundido una hora por cada kilo de su peso total. Dado que el agua se irá enfriando a media que se descongela, recuerda cambiarla cada 30 minutos.
El éxito de la Navidad dependerá de que tan bien gestiones el frío de tus alimentos.