- Desde el 1 de enero se puede deducir gastos, como alquiler de viviendas y pagos por servicios a médicos y odontólogos.
Lima, Perú.- Con el ánimo de impulsar la formalización y la rápida implementación de la facturación electrónica en el país, el gobierno publicó un decreto que beneficiará con una reducción del pago del impuesto a la renta a las personas naturales que presenten facturas electrónicas.
La medida, que busca ampliar también la base tributaria, permitirá deducir gastos hasta por 10 UIT, valor equivalente a S/39,500, para el cálculo de ese tributo.
De esta manera, trabajadores dependientes e idenpendientes podrán contemplar en su deducción gastos relacionados a intereses de créditos hipotecarios para primera vivienda, alquileres de viviendas, los honorarios profesionales de médicos y odontólogos, así como servicios profesionales que generen rentas de cuarta categoría y aportaciones a EsSalud.
Oportunidades de mejora
La iniciativa gubernamental crea un nuevo y mejor escenario de cara a los procesos de formalización e implementación de la factura electrónica en nuestro país, sin embargo, para Alonso Rejas, CEO de Esdinamico Peru, hay temas por atender para que dichos objetivos no se vean interrumpidos.
Sumada a esa oportunidad de mejora, Rejas indica que la falta de comunicación también jugó en contra del cambio a la facturación electrónica. “Hay mucha desinformación en el mercado, y eso trae miedo al cambio. Las listas de obligatoriedad prácticamente no sirvieron, porque al 1 de diciembre, solo un 40%, de las 12 mil empresas obligadas, cumplió con hacer el cambio. Todo obedece a la falta de comunicación entre la administración tributaria y el mercado. No conocen ventajas ni procedimientos básicos”, mencionó.
Agregó que también “el continuo cambio de las normativas por parte de la SUNAT ha generado solo confusión. Al inicio propusieron certificar a las empresas para proveer los servicios de facturación electrónica, luego dijeron que el producto era muy caro y pusieron a disposición de las empresas una herramienta gratuita para las empresas, la cual funcionó muy mal y desalentó a la inversión privada. Toda esta inestabilidad jurídica también ha retrasado la reforma tributaria, y es importante que en este nuevo escenario no se vuelva a cometer los mismos errores”.