Por Fernando Grados Paredes
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Depende… Recordemos primero que el Cloud Computing (La Nube), es una evolución del servicio de hosting. El hosting es un servicio, que consta en no comprar infraestructura de Data Center, sino que la alquilamos a un tercero. Esto abarata el Costo Total de Propiedad (CTO en las siglas en inglés), pasando de CAPEX (Inversión en Infraestructura) a OPEX (Gasto en Infraestructura), con la consecuente ventaja de evitar la depreciación y de gozar de otras, como las de no preocuparse de la obsolescencia de los equipos o de su mantenimiento y operación.
Cuando uno toma servicios de hosting, normalmente el proceso de adquisición sigue la misma pauta que el de compra de equipos, se compra siempre más potencia de procesamiento, memoria y almacenamiento que los necesarios. Esto para prevenir picos de operación, pero la decisión genera una capacidad ociosa de infraestructura que se mantiene mientras esos picos no se manifiesten. La conexión con los equipos del tercero se hace mediante una línea dedicada o una línea a Internet.
Para evitar esta ineficiencia es que se crean los servicios en nube, los cuales fuera de ser más baratos, garantizan la ubicuidad del servicio, ya que este puede ser utilizado desde cualquier parte del mundo en el que exista cobertura de Internet. La diferencia con el hosting, que marca la distinción de la nube es que este servicio se brinda y paga en demanda. Es decir prácticamente pago por lo que consumo y no por infraestructura que no necesito, haciendo más eficiente a mi empresa. Es como pagar por el consumo mensual de agua o de luz. La calidad del servicio está respaldado en el contrato de Acuerdo de Nivel de Servicio (SLA en inglés). Estos son estándar y cubren las responsabilidades más importantes del proveedor.
Pero esto no es suficiente para tomar una decisión. Es decir, no porque es más barato debo tomar el servicio, entonces ¿Cuándo debo hacerlo? La regla de oro que debemos fijar, es migrar al servicio de nube cuando el Costo Total de Propiedad (CTO) de mi infraestructura es más alto, en el período anual, que el gasto en el servicio. Esta migración puede ser total o parcial. De hecho los primeros pasos de adopción de la nube han sido el llevar a ese tipo de infraestructura el correo electrónico, luego ha venido incorporándose el almacenamiento. Actualmente, en el Perú, como en el mundo, hay empresas que ya han pasado toda su infraestructura a la nube.
La recomendación es que las empresas que tengan que renovar, ampliar su infraestructura de data center o comprar una nueva infraestructura, deben pasar por evaluar la toma de los servicios en la nube, siguiendo las pautas planteadas. No hacerlo implica la posibilidad de ser poco competitivos y productivos en términos del uso de las tecnologías de la información.