El rendimiento de las redes corporativas y sus impactos

Por Olavo Poleto Product Manager – CDN, IPVPN & Managed Services Level 3 Communications, Latin America

Las nuevas tecnologías están cambiando nuestra forma de vivir. Todos están online y la información circula por la red en tiempo real. Las redes sociales, como por ejemplo Facebook, marcan tendencias y conectan a las personas de todo el mundo. Aunque esto no afecta solo nuestra vida personal. Las empresas, atentas a estos cambios, se están adaptando y preparando para este gran flujo de información, que se ha convertido en el principal activo de las organizaciones y es una pieza fundamental para la continuidad de los negocios.

Imagine un sitio de ventas de una gran empresa o una tienda en la calle. Si el mismo no estuviera preparado para recibir una gran cantidad de visitas y transacciones, ello significaría un problema para el consumidor, además de una experiencia negativa. En el supuesto de que en dicho sitio decidan realizar una promoción, por ejemplo vía red social, la red necesitará soportar el aumento de los accesos, o, en caso contrario dejaría de obtener ganancias en su máximo potencial.

¡Básicamente todo esta online, en un ambiente cada vez más colaborativo e interactivo! Ésa es la razón por la cual aumenta el grado de dependencia de las redes de telecomunicaciones y de la infraestructura de la tecnología de la información. Dejar de monitorear y de gestionar el desempeño puede significar muchas pérdidas y prejuicios, sean ellas financieras o relacionadas con las experiencias de los clientes y usuarios.

En ese contexto, el gerenciamiento y el monitoreo del desempeño de las redes corporativas es algo imprescindible. Es preciso conocer el impacto de eventuales pérdidas de desempeño de la red en el ambiente de negocios de las empresas. Problemas en la red, como por ejemplo el aumento del tiempo de respuesta de un sitio o lentitud en una consulta a un servidor de banco de datos para permitir la compra en una tienda en la calle, difícilmente se detecten, causando una experiencia negativa en los clientes y usuarios. Son estos los casos en donde la empresa debe aplicar el gerenciamiento y monitoreo de las redes.

Bajo la óptica de los negocios, una red debe ser eficiente y capaz de soportar la expansión de las actividades de la empresa, el aumento del número de tiendas, de productos y servicios en un sitio de e-commerce, de campañas, de aplicaciones y del crecimiento de las ventas. Ante este escenario, el gran desafío del gestor de TI y de Telecomunicaciones consiste en conseguir acompañar la evolución de los indicadores de calidad del ambiente y su relación con las oscilaciones de la demanda. Muy probablemente la compañía vaya a necesitar herramientas de gerenciamiento capaces de mapear los ambientes LAN/WAN para calificar, cuantificar y caracterizar el tráfico. Seguramente las herramientas solas no serán suficientes sin la experiencia y la dedicación de profesionales calificados para este tipo de evaluación.

Podemos citar algunas de las acciones más comunes en la implementación de mejoras en la red; como el aislamiento de las estaciones generadoras de tráfico sospechoso, cambios en la frecuencia y horario de ejecución de los antivirus, notificación de los usuarios con actividades excesivas en la red, prorrateo de los costos con los upgrades de banda por las unidades de la empresa, revisión de las clases de servicio de las aplicaciones y priorización máxima de aquéllas que son más críticas para el negocio. Todo esto puede disminuir el tiempo total de respuesta de un sistema en un margen del 10 al 20%. Cuando eso se da en un sitio de comercio electrónico, por ejemplo, la reducción de dicho tiempo de compra significa un incremento proporcional en la facturación de la empresa.

Lamentablemente, todas esas acciones tienen un costo de planificación, de equipamientos y eventualmente de impacto en los sistemas y en los usuarios. La gran pregunta consiste en saber cómo impacta cada una de dichas acciones en el resultado y elegir cuál de todas llevar adelante efectivamente.

Las mejoras pueden traer reducción del tiempo de espera de los clientes, disminución de las filas en los puntos de atención y más ventas por hora, además de la reducción de la tasa de desistimiento de compras. El gerenciamiento y monitoreo de las redes deben ser considerados como inversiones, y no como costos. Esas medidas influyen directamente en la eficiencia y productividad de una empresa. Y su resultado puede representar un aumento genuino de las ganancias.

Dejamos aquí una reflexión: ¿cuál es el impacto financiero para la empresa de una pérdida del 10% en el desempeño de la red corporativa?

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