Por Francisco Urdaz, Director de Desarrollo de Negocios para Banda Ancha Privada y Tecnologías de Nueva Generación en Motorola Solutions América Latina.
¿Qué papel juegan las nuevas redes de comunicación móvil – que se están definiendo en este momento en la región – en el ámbito de la seguridad pública, emergencias ante fenómenos de la naturaleza y en los grandes eventos deportivos?
Por primera vez en la historia, el Ejército de Brasil es el primer organismo de América Latina que utiliza una red exclusiva de LTE / 4G en la seguridad pública de un evento deportivo de estas características
Brasil ha sido elegida como sede para llevar adelante las grandes competencias deportivas de los últimos tiempos. Durante el 2013 se llevó a cabo la Copa Confederaciones, en estos momentos se realiza la Copa Mundial de Fútbol y en dos años, se celebrarán los Juegos Olímpicos. Considerando el escenario que generan estos eventos al convocar grandes multitudes, es oportuno reflexionar sobre qué se puede hacer para garantizar la seguridad de los participantes, la población que acude y de los miles de turistas que están presentes durante todas esas jornadas.
En este sentido, actualmente Brasil es uno de los países que está un paso adelante en la evolución de las comunicaciones móviles de seguridad pública gracias a la implementación de redes LTE/4G en Brasilia y Río de Janeiro. Durante los últimos 2 años, el Ejército brasileño ha estado probando los beneficios de esta tecnología por medio de una red de banda ancha operando en 700 MHz, como complemento de las redes de radiocomunicación de voz utilizadas en sus operaciones diarias. Por ejemplo, en la apertura de la Copa de las Confederaciones y en la Copa Mundial de Fútbol, el Ejército y los organismos públicos han utilizado la red 4G para suministrar seguridad a los ciudadanos en Brasilia y los alrededores de los estadios de Brasilia y Río de Janeiro.
Los avances de LTE permiten por un lado la recepción de imágenes de vídeo en forma instantánea, tanto en dispositivos móviles de mano como en vehículos; y por otro lado, la interoperabilidad entre distintos tipos de redes (redes comerciales 3G y LTE, red privada LTE para seguridad pública del ejército y red de radiocomunicación P25).
Si bien las herramientas de comunicación asociadas comúnmente a las fuerzas de seguridad son las radios, la tecnología LTE permite incorporar por primera vez dispositivos inteligentes y robustos con acceso a datos e imágenes de alta definición y en tiempo real capturados por las diversas cámaras instaladas en los estadios, zonas turísticas y en otras áreas de la ciudad. También pueden obtener en forma inmediata la información almacenada en bancos de datos remotos, realizando consultas en tiempo real, además de poder ubicar agentes en campo y rastrear sospechosos, entre otros beneficios. Por ejemplo: pudiera estar ocurriendo algún incidente en la entrada al estadio, y el contar con imágenes del lugar permite a quienes tienen que tomar control de la situación, ver qué está sucediendo y prepararse antes de llegar al lugar del hecho.
Otro aspecto interesante es la posibilidad de ofrecer interoperabilidad entre múltiples redes: se permite -por ejemplo- que un policía mantenga la comunicación con un bombero, personal de emergencias médicas o un funcionario, desde donde se encuentre e indistintamente de la red que tenga disponible en ese momento. Este “servicio unificado” se logra a través de aplicaciones avanzadas de seguridad pública posibilitando adaptar la comunicación a las redes disponibles asegurando siempre su correcto funcionamiento.
La combinación de aplicaciones avanzadas de misión crítica más una banda ancha dedicada exclusivamente a la seguridad pública, facilitan no sólo detectar situaciones de emergencia de forma rápida, sino que es fundamental en la celeridad con que estos incidentes son atendidos. Estos avances se resumen en 3 grandes instancias:
- Identificación de eventos: a través de video analítico que genera una alarma de forma inmediata, o bien, por medio de sensores (por ejemplo de sonido) que ayuda a identificar dónde están ocurriendo situaciones y donde pudiera ser complejo el traslado de personal de un sitio a otro.
- Recepción, envío y análisis de contenido multimedia: recabar y analizar toda esta información que se identificó en primera instancia, permite coordinar el mejor modo de afrontar esa emergencia así como también acelerar el tiempo de respuesta.
- Mayor interoperabilidad: estos eventos suelen requerir de un mayor número de personal y agencias que en circunstancias normales, los cuales generalmente operan en distintos tipos de redes. La tecnología de misión crítica de nueva generación permite la interoperabilidad entre redes para permitir una mejor coordinación entre agencias.
Las posibilidades del LTE pueden extenderse aún mucho más, como el reconocimiento facial y la incorporación de drones; este es sólo el comienzo del camino de la tecnología en favor de la seguridad. La premisa básica para el desarrollo de una red de seguridad y defensa durante eventos masivos es contemplar «los peores escenarios posibles», garantizando cobertura, capacidad y disponibilidad permanente para que los equipos que brindan asistencia nunca queden imposibilitados de comunicarse.