Mucho se ha hablado de que el gran crecimiento en la cantidad de dispositivos conectados a la red desencadenará una serie de desafíos que se deberán solucionar. El principal inconveniente es que, desde el punto de vista técnico, Internet no está preparada para soportar la intercomunicación de tantos dispositivos heterogéneos ya que ni los servicios de Internet ni los protocolos de comunicaciones utilizados actualmente fueron pensados para este fin.
Se estima que para el 2015 existirán 15.000 M de dispositivos conectados a la red y para el 2020 se esperan un total de 50.000 millones. Este crecimiento será consecuencia de conectar “las cosas” a Internet. Estamos en las etapas previas de una nueva Internet: La Internet de las Cosas (IOT = Internet of Things).
La Internet de las Cosas se basa en conectar cualquier cosa, e impactará en todos los aspectos de nuestra sociedad. Algunos ejemplos pueden ser:
- En el campo de la logística y transporte, podremos esperar que IoT brinde cambios mediante el movimiento inteligente de las cargas, a través de la sincronización continua de la información en las cadenas de provisión, permitiendo una comunicación inteligente entre las personas y las cargas. Contaremos con la posibilidad de localizar y autoidentificar cada mercancía en cualquier lugar del mundo, mejorando el sistema de flujos de materiales.
- En el segmento retail, IoT revolucionará la manera en que las personas comparan precios de un producto o características de los mismos, por lo que cambiará el paradigma actual de las compras. Las empresas también podrán beneficiarse obteniendo mayor información para mejorar su negocio y aumentar la satisfacción de sus clientes.
- En el campo de la salud, el control y la prevención serán los principales objetivos. Imaginemos a los pacientes con dispositivos conectados a IoT monitoreando constantemente sus signos vitales, así como también con la posibilidad de localizarlos en cualquier parte del globo. No sólo ayudará a los pacientes, sino también a los especialistas, quienes podrán acceder a toda la información sobre la historia clínica.
- Podremos contar con casas y ciudades inteligentes, siendo capaces de medir el consumo de agua y electricidad, aumentar la seguridad y el confort. Las ciudades inteligentes podrán generar modelos sustentables de desarrollo y mejorar ampliamente la calidad de vida.
- Por último, el más beneficiado será el medioambiente, ya que bajo todos los escenarios será más simple ayudar al ahorro energético.
Si creíamos que todas las necesidades de nuestra sociedad estaban satisfechas por la tecnología actual y que no surgiría tecnología disruptiva, estábamos equivocados. Sin embargo, es necesaria una nueva arquitectura técnica de Internet, ya que se necesitarán nuevos protocolos de comunicaciones, nuevas maneras de identificar a los dispositivos conectados a la red y soportar también la naturaleza móvil de las cosas. Existen grupos de investigación que están desarrollando los pilares de la nueva Internet pero aún falta recorrer un largo camino.
La Computación en la Nube (Cloud Computing) y las redes físicas de telecomunicaciones serán los componentes fundamentales tanto para soportar la información que generará la enorme cantidad de dispositivos conectados a la red, como así también para brindar los recursos necesarios a una nueva generación de aplicaciones inteligentes.
Hoy en día, es vital que las empresas comiencen a familiarizarse con los modelos de servicios en la nube para evolucionar a la par del mercado. Deberán estar muy atentas a esta evolución tecnológica, ya que estará en juego no solo su nivel de competitividad, sino también su mera existencia.