Por Bernardo Miretzky, Technology Manager de AMD Spanish South America.
Con la inminente desaparición del soporte para Windows XP, Microsoft ha comenzado su gran migración de sistema operativo. A partir del 8 de abril de 2014 la empresa dejará de ofrecer actualizaciones para este ya antiguo sistema, dejándolo de lado de manera definitiva. ¿Qué significa esto para el mercado de PC y para Microsoft? En primer lugar, ciertamente que el fin de Windows XP no es una sentencia de muerte para la PC, de hecho todo lo contrario. Con la pérdida de Windows XP, sus aproximadamente 500 millones de usuarios se quedarán sin un sistema operativo actualizado y un número significativo de ellos comenzará a considerar la posibilidad de comprar un nuevo equipo de hardware para reemplazar al antiguo. Consecuentemente, esto creará un alza de demanda muy necesaria para el mercado de las PCs.
¿Por qué ahora? Empecemos por los hechos: Microsoft XP sigue siendo muy popular. Tan solo el mes pasado, contaba con el 37 por ciento de participación del mercado de sistemas operativos de escritorio, contando con el segundo lugar, justo por debajo de Windows 7. Windows XP debutó hace casi 12 años y su uso generalizado ha contribuido a la inactividad en las ventas de PC. Si bien desde hace mucho tiempo los usuarios de Windows XP – en particular las empresas – se han mostrado reacios a actualizar sus máquinas, ahora ya no tendrán otra opción.
Microsoft está consciente de que este es un proceso que tomará tiempo y por eso está invirtiendo fuertemente en iniciativas como Windows Accelerate Program. El abandono de Windows XP es una tarea gigantesca, la cual creemos actuará como un catalizador para el crecimiento de las ventas de PC.
Otra razón fundamental para migrar, es que los últimos sistemas operativos como Windows 7 y Windows 8 ya soportan la gran revolución del mundo informático: los sistemas heterogéneos. Las mejores computadoras y dispositivos portables actuales, ya no usan como “cerebro” al CPU, sino que usan procesadores acelerados, los cuales cuentan con una enorme capacidad de cómputo, duplicando –como mínimo– el rendimiento del sistema operativo y de todas las aplicaciones usadas actualmente.
Esto representa una gran oportunidad. Naturalmente, cuando los usuarios se actualicen, buscarán equipos con el mejor hardware posible a un costo total de propiedad (TCO, por sus siglas en inglés) que consideren atractivo.
A la vanguardia de la industria, el hardware de AMD está estableciendo nuevos estándares en una variedad de ámbitos, que va desde lo más económico hasta lo último en juegos para microservidores. Estos productos ofrecen a los clientes una opción asequible y eficiente para su nueva PC.
El abandono de Windows XP representa una gran oportunidad de ventas y es una evidencia de que el mercado del PC está vivo. Irónicamente, el final de Windows XP tendrá un papel importante en su revitalización. Por su parte, empresas como AMD van a jugar un papel fundamental en esta evolución.