El sucio corporal es un hecho de la vida real del que nadie se salva, todos lo producimos sin importar qué limpios tratemos de estar. La grasa o sebo que generamos a diario actúa como un pegamento invisible que va atrapando tanto el polvo y suciedad del ambiente como los millones de células muertas, grasas y otras sustancias que genera nuestro cuerpo diariamente, todo esto junto puede llegar a pesar hasta 35 g. Estas sustancias se transfieren a la ropa simplemente con el contacto, así como también por medio del sudor, ya que en condiciones normales una persona puede llegar a segregar hasta 1 litro de sudor al día.
Al final, si toda esta suciedad no es removida adecuadamente esta se queda ahí y se va acumulando a medida que se sigue usando la ropa, lo cual puede hacerse visible con el tiempo, especialmente en ropas blancas que se van tornando amarillentas, creando el famoso percudido.
Algunas de las fuentes más comunes de la suciedad en nuestra ropa:
- Sucio corporal – 70%
- Sucio ambiental – 10%
- Productos aplicados – 5%
- Hobbies – 5%
- Manchas Accidentales – 10%