· Los expertos aseguran que una tajada de 25 gr. de queso de vaca tipo Edam equivale a tomar un vaso de leche fresca de 200 cc.
· La mayor parte de los nutrientes de la leche se encuentran en el queso. Es ideal tanto para los que sufren de intolerancia a la lactosa como para los niños, que encuentran en el queso una manera fácil de consumir leche.
Lima, Perú.- Al igual que la leche, el queso es un alimento que aporta proteínas necesarias para los músculos y el cerebro, así como vitaminas y minerales, entre ellos el calcio. La mayor parte de los nutrientes de la leche se encuentran en el queso, lo que lo convierte en la alternativa perfecta para que los pequeños de la casa consuman lácteos de manera fácil y divertida, especialmente aquellos niños a los que no les agrada tomar leche.
De acuerdo al Doctor Arnaldo Hurtado, nutriólogo de Laive, las proteínas de alto valor biológico están igual de presentes en el queso como en la leche. Sin embargo, el queso contiene menos cantidad de lactosa (o no la contiene, dependiendo del queso), y si hay intolerantes en la familia, pueden consumirlo sin mayores molestias.
«El queso también es una excelente fuente de calcio, un mineral fundamental para la salud de los huesos y dientes, y su absorción se favorece por la misma proteína que contiene el queso. Por lo tanto, consumir una tajada de 25 gr. de queso tipo Edam de vaca equivale a tomar un vaso de leche fresca de 200 cc”, explica el especialista, tras indicar que el queso se forma con los sólidos de la leche y lo que se retira es el líquido (la lactosa).
Por otro lado, el Dr. Hurtado comenta que lo recomendable, tanto en niños como en adultos, es consumir tres porciones de lácteos al día, de la forma que se prefiera, variando el tipo de lácteo y la forma de consumirlo.
“Cualquier tipo de queso es un alimento con gran cantidad de nutrientes, todos los quesos contienen proteínas, vitaminas y minerales esenciales. Cualquier momento del día es apropiado para consumirlo, se puede llevar en la lonchera acompañado de una fruta o se puede servir sobre una rebanada de pan. También como parte de un menú o como ingrediente para potenciar y realzar el sabor de alguna comida”, destaca el nutriólogo.
A tener en cuenta:
· El queso debe conservarse en refrigeración y cubierto. Si está sin cubrir se forma una cáscara y se pone más amarillo en contacto con el oxígeno.
· Los quesos tendrán un mejor sabor si se retiran del refrigerador una hora antes de consumirlos.
· Pueden ser transportados en una lonchera y consumirse después de algunas horas sin inconveniente.